miércoles, 21 de marzo de 2012

LOS AUSENTES

(Artículo perteneciente a la selección “Torre del Faro”, publicada en 1992)



         He leído que en no sé qué pueblo de la Mancha celebran cada año el "Día del Ausente". Y eso me parece muy bien, pues nada mejor que hacer saber a los que se hallan fuera, que los que están dentro se acuerdan de ellos. Y a que si a la pena de estar lejos se le suma la del olvido, eso es como morir dos veces.

         Ceuta es una ciudad de muchas ausencias. En muy pocos lugares como aquí es tan común y general el hecho de tener familiares y amigos ausentes. O al menos será que aquí se nota más. La causa radica en las propias condiciones socioeconómicas de Ceuta y en su carácter de pequeña isla. Las posibilidades de retención son pocas. Se nos marchan primero los jóvenes, unos a estudiar y luego a ejercer sus carreras, y otros en busca de trabajo allí donde lo encuentren; se nos van familias enteras por un cambio de destino, por estar los padres allí donde los hijos puedan estudiar o progresar; se van también muchas personas de edad avanzada que aquí vivieron siempre, por buscar otro clima más seco para su bronquitis o su reúma, o simplemente por residir más cerca de los hijos ya establecidos en otras poblaciones peninsulares.

         Por eso, quizá, los ceutíes tenemos tan desarrollada la tendencia a la evocación. Me decía hace poco mi amigo el psicólogo que aquí en Ceuta nos pasamos la vida echando a gente de menos. Y no le faltaba razón. Pues en nuestras conversaciones, cuando repasamos el tiempo que se fue quedando atrás, nos viene siempre al pensamiento una multitud de familiares y amigos que ya no están en Ceuta. ¡Es nuestra legión de ausentes!...

         Quizá por eso también, estamos los ceutíes tan acostumbrados a bajar al muelle: a esperar o a despedir. Porque por el muelle se nos van y por el muelle nos llegan. Y a lo largo del año son muchas las ocasiones en que vamos allí, convirtiéndose así la ida al muelle en un rito local, en una costumbre inveterada. Para la fiesta o para la lágrima.

         En consecuencia, no me parecería mal que nuestro Ayuntamiento instituyese también aquí el "Día del Ausente". Podría consistir simplemente, digo yo, en el envío de unos mensajes a todos los que se hallan alejados de Ceuta y la echan de menos. Con los mensajes, una serie de fotografías. Creo que muchos lo agradecerían. Ya sé que eso costaría trabajo y dineros, pero ¿no gastamos más en fiestas para los que estamos aquí?...

         Se lo pienso decir al alcalde la próxima vez que lo vea en el muelle agitando él también su pañuelo. ¡Ceuta de los adioses y las bienvenidas!...



(Despedida desde el "Virgen de África")

1 comentario:

  1. Muy bonito. Soy ceuti, nacido en Villa-Jovita en 1931. Vikví en Ceuta hasta 1949my no he dejado de ir una o dos veces al año.
    Antonio Navarro Ferrero

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