viernes, 20 de enero de 2012

QUERIDO ARCO IRIS

(Artículo perteneciente a la selección “Torre del Faro”, publicada en 1992)


         Se dice que cada día trae su noticia, que cada día ocurre algo. Esto es lo que mantiene la vida de los periódicos y demás órganos informativos: ¡La noticia!... ¡He aquí la cuestión!...

         Cada mañana abro El Faro y empleo parte de mi tiempo en conocer las noticias: noticias del mundo, noticias de España, noticias de Ceuta... La política y el politiqueo, el terrorismo, las amenazas a la paz, declaraciones, entrevistas, catástrofes, crímenes y robos, las drogas, los accidentes... el Gobierno, el Parlamento…  los deportes, los personajes populares... el Ayuntamiento... los acontecimientos y problemas locales, los pequeños o grandes sucesos cotidianos de la ciudad... las esquelas mortuorias, los anuncios importantes, la cartelera de los cines... Así todos los días, poco más o menos, con alguna que otra variante. No hay que echarle mucha imaginación para adivinar lo que traen cada día los periódicos. ¡Desesperante monotonía a la que ya nos hemos acostumbrado!...

         Pero esta mañana húmeda de enero en Ceuta he podido anotar en mi carné un acontecimiento que no sé si merecerá ocupar un hueco entre las noticias de siempre. Se trata de un arco iris, un maravilloso y espléndido arco iris con sus siete franjas de colores netamente diferenciadas, que ha aparecido sobre el cielo de la bahía norte. Era una semicircunferencia perfecta que hundía uno de sus extremos en el mar, justamente en medio de la bocana del puerto, y el otro en tierra en los montes de Sierra Bullones. Parecía una gran bandera de siete colores pintada con tizas mágicas en la enorme pizarra de nuestro cielo, para el gozo de los niños y de los poetas.

         Confieso que me he quedado un buen rato contemplándolo. Resbalando por su amplia curva me han ido llegando los recuerdos de cuando era niño y veía otros arco iris semejantes, con la cara pegada al cristal de una ventana, mientras fuera caía suavemente la lluvia y cantábamos "¡Que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva!..."

         Y es que estamos viviendo de espaldas a la Naturaleza. Los afanes y preocupaciones de cada día, el ajetreo nuestro de hormiga, las ambiciones, las querellas, los nerviosismos, los miedos, etc., nos están haciendo insensibles a muchas cosas que antes nos alborozaban, como por ejemplo esto de que aparezca un arco iris en nuestro cielo. Ahora ya nada nos sorprende en un mundo tan tecnificado como éste en que vivimos, y en el que hasta los niños están perdiendo la capacidad de asombro.

         Por eso, para que la antigua expectación y curiosidad por lo insólito sigan vivas, traigo aquí esta noticia de un arco iris soberbio y hermoso como no se veía hace tiempo en el cielo de Ceuta. Si por unos minutos su aparición ha conseguido que nos olvidemos de las demás noticias de todos los días, saludemos con júbilo de niño a este bendito y querido arco iris que nos ha mostrado sus siete caminos hacia la esperanza en una lloviznosa mañana de enero ceutí.


Aunque la pretensión inicial del bloguero es que todas las fotos que ilustren el presente blog deberían aparecer en blanco y negro, en esta ocasión, y por razones evidentes, la foto se incluye en color (gracias a Carmen por la autoría de la instantánea)

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