jueves, 5 de enero de 2012

INTRODUCCIÓN NECESARIA


(El presente texto de Juan Díaz Fernández figura como prólogo de la recopilación de sus artículos que, bajo el título TORRE DEL FARO, fue publicada en 1992)


TORRE DEL FARO no es más que una Antología, una elección de entre los cientos de artículos que he ido publicando en el Diario EL FARO de Ceuta a lo largo de más de cuarenta años de mi vida. Necesariamente he dejado muchos fuera, más que nada por sus dimensiones.

Confieso que soy un periodista frustrado. El Periodismo, un género literario que me apasionó siempre, era mi vocación de muchacho. Pero cuando acabé mi Bachillerato y quise entrar en la Escuela Oficial de Periodismo de entonces, una lamentable circunstancia me lo impidió. Tuve que matricularme en una Facultad Universitaria y dedicarme a otra Profesión. Pero nunca dejé de escribir para los periódicos, especialmente para EL FARO de mi ciudad. En la colección de este periódico hay tantos artículos míos que no sabría decir cuántos son: cientos y abarcan toda clase de temas, reportajes, entrevistas, críticas literarias y artísticas, reseñas, retratos de personas, artículos costumbristas, deportivos, necrológicos, etc. Incluso mantuve secciones fijas que duraron un tiempo: MENUDENCIAS, A DOS VOCES, TORRE DEL FARO, LA COLUMNA DE J.D., CUENTOS DE LA CIUDAD, INDICIOS... De todas ellas he sacado artículos para esta Antología. Y me ha parecido oportuno escoger el título de una de ellas para esta obra, como un homenaje que le debía al periódico que las acogió.

Generalmente, cuando se escribe la Historia de una ciudad se recogen en ella sólo los acontecimientos importantes que jalonaron su devenir en el tiempo, así como la serie de personajes de relevancia que los protagonizaron. Poco o nada se suele decir, en cambio, de los sucesos menudos o triviales del acontecer cotidiano, ni de las personas sin apenas relieve social, cultural o político que atraviesan como sombras vivientes por la vida de una ciudad. Esto es lo que, en cierto modo, he pretendido recoger en esta Antología, todo lo que de entrañable y cotidiano conectaba con mi sensibilidad. No es mi propósito, ni mucho menos, aportar con este libro una documentación para la Historia de Ceuta. Pues sólo se trata de una serie de cuadros e impresiones personales con más intención literaria que historicista, y una breve galería de retratos de personas más o menos conocidas en la ciudad, sin más importancia que haber sido mis convecinos, rostros y voces que perduran en mi memoria.

Confío en que muchos lectores puedan encontrar a través de estas páginas algo o a alguien que llegaron a conocer. TORRE DEL FARO viene a ser como una atalaya sentimental desde la que se contemplan aspectos de la vida ceutí y gentes que en la ciudad viven o vivieron. Unas veces será una descripción, otras una alusión, y las más una reflexión entre divagatoria y poética sobre cosas, hechos, personas, paisajes, etc. Pero siempre, esto sí, un homenaje fervoroso a la ciudad donde vivo y sueño, a los hombres y mujeres que en ella hacen lo mismo cada día, y al periódico EL FARO que tantas veces me sirvió de cauce y plataforma para decir a los demás lo que yo sentía y pensaba.
En definitiva, todos estos cuadros e impresiones tan en mis recuerdos constituyen mi tributo a la ciudad que amo, a su imagen y latido, a sus afanes y esfuerzos para ir cumpliendo su destino. Si con mi TORRE DEL FARO consigo que se la conozca un poco más y se la ame, podré darme por satisfecho y pensaré que valió la pena escribirlo todo.

EL AUTOR

Ceuta, Primavera de 1992


El faro de Ceuta (Fotografía, virada en b/n: Rafa Gómez)

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